-¡Bébete la leche, Marisita, o se le irá el condimento!
-¿Qué condimento? - preguntó Marisita a su madre.
-¡El condimento, Marisita, el condimento!
La niña, algo confusa, se la bebió toda de un trago. Por nada del mundo querría que se le fuera el condimento a su leche.
A ti te hará mucha gracia, pero ¿sabes la cantidad de enanos, albinos, anoréxicos y sevillanos que hay por culpa de no beberse la leche y no tener el condimento? Piensa en ello.
ResponderEliminarLa leche que te han dado... estaba caducada, ¿verdad?
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