viernes, 4 de marzo de 2016

Morir ¿por quién?

Tu padre murió en la mina
pero no te veo gritar.
Solo lloras
agradeciendo el homenaje
de la piedra que pusieron
donde otra
le reventó la cabeza.
Tiras
de la esquina de un recuerdo
y sueñas con orgullo.
Tu padre murió en la mina
y no fue el único:
muchos cayeron.
¿Trabajando para quién?
¿Recibieron alguna vez
la parte que les correspondía?
¿O a su costa alguien
se enriquecía?
¿Viviste, mujer,
en un palacio?
¿o te traían carbón
los reyes magos?
No mueren obreros,
los matamos.

miércoles, 2 de marzo de 2016

Lo que opino sobre las lecciones de civismo

-No está bien poner un pie en el asiento.
-Pero ¿y el capitalismo?
-Es de mala educación.
-Mi concepto de educación es distinto del suyo.
-Además de una falta de respeto.
-Me duele la espalda cuando mi conejo no ha comido suficientes zanahorias.
-Todos los jóvenes sois iguales.
-La lucha de clases será inevitable.
-Si todos pusiéramos los pies…
-Póngalos.
-¡Por el amor de Dios! Soy una mujer decente.
-¿Sabe que hay más bacterias en las manos que en los pies?
-Me da igual, la educación viene dada por unas leyes que se escribieron en una roca hace muchos años.
-Más incorrecto es comprar productos que explotan personas.
-¡Siempre hay alternativa a la indecencia!
-Mi espalda es una montaña rusa, ¿sabe usted?
-Si me lames los zapatos te perdono.
-Preferiría cortar con una motosierra todos los árboles de la Amazonia, y le aseguro que nada haría sangrar más mi corazón. Me apena la posibilidad de que tenga hijos. Crecerán en un ambiente autoritario y tendrán problemas de asertividad y de autoestima. Y si no tiene hijos, lo siento por sus perros, hermanas, o cualquiera que pueda tocarle. Digamos que si ahora viniera alguien y le matara, no lloraría; lo único que haría sería robarle la cartera y donar su dinero a una asociación para personas con discapacidad.