martes, 14 de abril de 2015

Brote psicoilógico

Estaba tumbada en la cama con los ojos cerrados tras realizar un ejercicio guiado de relajación mediante la respiración. El ejercicio había terminado, pero estaba tan tranquila que no quería moverme. Sentía una sensación extraña en el brazo izquierdo, como si se hubiera dormido, pero no incómoda. Tampoco quería moverlo. Todo estaba bien así. De repente ha saltado esta canción y todo ha sido demasiado místico, la paz que he sentido ha sido inmensa, sintiéndome parte de la quietud que solo interrumpía ese piano salido de la nada para mí. Luego he sentido o imaginado que en realidad alguien me estaba tocando el brazo izquierdo, lo estaba sosteniendo y era mi abuelo.Yo lo sentía así. Estaba ahí conmigo, invisible en su presencia dulce y cariñosa, diciéndome que estaba ahí. He recordado cómo era él, cómo era conmigo y he recordado cómo le había olvidado. He recordado que reíamos y que me quería y se me ha saltado una lágrima y luego otra, mientras las teclas del piano seguían sonando y mi abuelo me sostenía el brazo, abriéndose paso entre mis venas como si fuera una flor. Entonces he empezado a llorar más y más, como si me estuviera liberando de un gran dolor. Y la canción ya no me importaba, solo mi abuelo, la ausencia de mi abuelo y yo, con una grieta en el subconsciente.