Se diluyen mis ideas
en el agua de tus ojos,
se me escurren las palabras
en tus pecas.
Mis poemas se rebelan
y me advierten:
y me advierten:
"¡No vayas por ahí!"
Y yo no sé explicarles
que en mi nada eres un todo,
pero ya no hay infinito,
solo hay lodo
que diluye mis ideas
y tus ojos
y tus pecas.
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