martes, 20 de febrero de 2018

Somos polvo de arterias


Vete a tomar por culo,
sombra infame;
y cuando sobrevueles mi cabeza
susurrando tus impertinentes comentarios
date cuenta de que te desprecio.

Quá rabia tener cuerpo
y no poder huir
de aquello que no existe.

Pero tú sabes bien que yo te lo permito.
Es esa parte de mí que no controlo
la que te permite parasitarme.

Y sin embargo
todavía tengo esta boca
y toda esa mala hostia
a la que llaman “tripas”
pero que yo llamo “corazón”
y abrazo y beso por las noches.

Y así la convierto en mi amante.

Y al día siguiente,
aunque ya no esté,
caminando sobre la húmeda calma
soy consciente
de que aun en medio de las peores tormentas
soy capaz de echar
uno de los mejores polvos de mi vida.