Vive, vive, vive...
Ya basta de negarte,
ya basta de afirmarte,
todos somos cantos
y piedras redondeadas.
Alguien ha arrojado luz
sobre tu negra esquina
y en tu pecho hay un vacío perfecto
para ser rellenado de auroras.
Soñar tan solo es bueno
si despertamos a tiempo
para ver aquel amanecer
que nos perderíamos soñando.
Viva, viva, viva...
Las sombras no son niebla,
las horas no son tú
y esas cajas blancas no reflejan
tu rostro amoratado por inviernos.
Huele, toca, observa,
abre tu brecha, sujeta,
deja que entren las violetas.
De tanto mirar hacia dentro
nos tragamos los ojos
y los tenemos que vomitar;
es entonces cuando coloreamos
las flores con bolígrafos y decimos:
"Era más bonito el arcoiris
cuando no lo intentaba cambiar."
Para ser viento antes fuiste rosa
que se dejó marchitar.
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