Azucenas descoloridas claman al cielo
vagos vahos vanidosos,
cerezos se desperezan cerca
de una ventana que luce sin luciérnagas;
ya es de día,
cualquiera lo diría oyendo
esa cancioncilla interminable
que se mete en las orejas
justo antes del amanecer.
pero disimulan más;
sus frutos saben mejor.
Sus frutos no son frutos
no tienen frutos las mentiras
porque no tienen raíces,
tan solo demonios arraigando
en negros corazones o en confusas mentes.
Silencio,
alguien se asoma a la ventana susurrando
florecillas casi secas,
es una persona y está contenta.
Saluda al sol y este le devuelve
una mirada indiferente:
la mujer parece habérselo tomado
bien.
Tira de su vestido una niñita,
un hada preciosa
de perlados rizos alborotados
sobre su cara apacible.
La niña grita algo incoherente,
la niña pega a su madre,
ya no sonríe
-ni la niña ni la madre;
bueno, la madre aún sonríe un poco-.
Ahora más que un hada
parece un melocotón
despojado de su hueso
y picoteado por pájaros crueles
sobre el suelo.
Parece que la pequeña
no comprende
la absurda estupidez humana
que la obliga a amar el sol
aunque lo odie
y desee retorcerle las pezuñas.
Es posible que sea más de luna,
no la de los coches, esas no-
porque en sus mejillas quedan restos
de líquidos trasparentes y brillantes
que solo se beben de noche.
Me pregunto qué hará esta pequeña
niña endemoniada
de belleza, hermosa y fina,
cuando alguna triste noche
un caballero sin ojos ni corazón,
ni coche siquiera,
acuda a su ventana y le pregunte
si quiere follar
pero con otras palabras;
si no, no sería un caballero,
sino un trozo de tuerca oxidada.
Probablemente ella
toda ingenua, toda pureza
y mala leche
mire a la luna en esa triste noche
y le pregunte qué debería hacer.
Aquella noche será triste porque
la luna ignorará su llanto inexistente
y la pequeña ya crecida
o no tan crecida
descubrirá con decepción
que solo se trata de un trozo de cristal
mal empañado
que la ignora, como todos,
y la pobre tendrá que abrirse de piernas
al no encontrar respuesta,
y entregará su alma arañada
a cualquier tempestad que la alivie
o la calme solo un poco,
que le haga olvidar
los falsos sueños de su infancia,
cuando su madre sonreía en la ventana
y ella le agarraba del vestido.
Su madre estará muerta
y su padre seguirá desaparecido
seguirá sin ser un padre
seguirá porque no seguirá.
Qué niña más desgraciada,
qué rizos mal escogidos
fueron a parar a aquella cara;
si al menos hubiese sido fea
se hubiera dedicado a coser
o a tener gatos.
¡Qué espantosa historia
esta
de la humanidad!
Ni sol ni luna, no hay astros,
hay: destino fatal,
placer carnal,
vestigios de azucenas ignoradas,
cerezos sin nombrar.
Querida amipeja, me gustó bastante este poema. Me parece que tiene unas imágenes surrealistas muy logradas y versos impactantes y emotivos.
ResponderEliminar"Silencio,
alguien se asoma a la ventana susurrando
florecillas casi secas,
es una persona y está contenta",
"Sus frutos no son frutos
no tienen frutos las mentiras
porque no tienen raíces,
tan solo demonios arraigando
en negros corazones o en confusas mentes" (me gusta eso de "no tienen frutos las mentiras porque no tienen raíces", interpretando como que la mentira no tiene origen en la realidad (raíz) y que no trae nada bueno (frutos -aunque esto sea discutible)
o
"Ahora más que un hada
parece un melocotón
despojado de su hueso
y picoteado por pájaros crueles".
Creo ver (aunque igual es obvio) que el poema esconde desencanto del sexo en cuanto sustituto del amor. Es decir: la idealización del amor le traerá infelicidad a la pequeña porque solo hay sexo. Claro, que ir a solo el sexo sería quedarse en lo superficial, más bien parece que utilices este para clamar la desaparición de todo mundo ideal, de todas las aspiraciones metafísicas y transcendentales que uno pueda anhelar.
Saludos. Lo dicho: me gustó bastante este poema. (De poesía no sé, por ello evito comentar, no sé si es bueno o malo, creo que es bueno porque me ha gustado bastante y espero que no me guste algo que en realidad es malo)
Hola, Dylan, soy amipeja, lamento comunicarte que es posible que te guste algo que en realidad es malo. Pero no te preocupes demasiado.
ResponderEliminarTampoco es malo comentar sobre algo sobre lo que no sabes mucho, es incluso atrevido, rompe con las normas y exalta la individualidad del yo.
La poesía quiere expresar más o menos lo que has dicho
Gracias por comentar, aceite.
Saludos.
Es un poema extraordinario, como dijeron arriba: como unas imágenes surrealistas muy bien logradas, un poema emotivo con una idea principal bien definida. Yo sólo tengo una pega y es con el comienzo: "Azucenas descoloridas claman al cielo
ResponderEliminarvagos vahos vanidosos,
cerezos se desperezan cerca". ¿Por qué comienzas con una aliteración si luego no vas a continuar con esa figura retórica? Queda un poco extraño a nivel de estructura, me parece. Pero más allá de eso es un poema genial que me ha encantado. Tienes mucho talento, enhorabuena, sabes llegar a la emoción, a la construcción de escenas surrealistas y eres buena en verso libre.
"¿Por qué comienzas con una aliteración si luego no vas a continuar con esa figura retórica?"
ResponderEliminar¿Por qué debería? Aun así lo tendré en cuenta para próximas veces.
Muchas gracias, Alberto :)
Sin duda, de todas las poesías que veo escritas por los blogs, las tuyas son las mejores. Me rindo a tus versos. Pero... no intenta no acabar como poetisa (o poeta, hay mujeres a las que les molesta lo de "poetisa"). Dicen que no es vida.
ResponderEliminarFelicidades por las entradas que escribes últimamente.
Un saludo.
Hola, Whiterjocker, me alegro de verte.
ResponderEliminarMe gusta más poeta que poetisa. Seguiré tu consejo y quemaré todas mis poesías, me niego a tener una vida terrible acosada por los versos.
Gracias :)