Únicamente escribo poemas
porque me siento
obligada.
Obligada
por mi cabeza,
obligada
por las personas,
obligada
por la enfermedad.
Si yo escribiera algo bonito como:
incendio,
paz
o sencillamente "bonito"
estaría soñando.
Si yo escribiera, sin embargo
y por causalidad,
que en días muy siniestros
cae una gota sobre la firme tierra
que la tierra no puede absorber
y la reblandece entera.
Que entonces, desde ese océano de barro,
comienza a surgir
una podredumbre de manos
cuyos dedos se alzan como tentáculos
tratando de arrancarle
el aire al cielo...
¿qué habría más real
que eso?
Mas nunca faltará una voz que diga:
"Tranquilo, cielo,
respira,
que solo son cosquillas..."
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