Tú me mirabas
sabiendo que yo era ilegal,
me mirabas con lástima y amor.
Yo no te miraba
por si acaso era ilegal:
te atravesaba con los ojos.
Si se hubiera desprendido el techo,
si el mundo hubiera ya dejado
de ser mundo,
si los trenes no significaran nada,
si yo hubiera sido libre...
tú y yo nos habríamos seguido mirando,
a pesar de que tú eras policía
y yo la más inútil delincuente.
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