viernes, 23 de noviembre de 2018

Que no pasa nada

He llorado
por no atreverme a abrazar a mi abuela
o a mi padre;
por pensar
-y solo pensar-
que la gente me odiaba;
porque me dijeron
que mi madre tiene "eso"
y me cagué de miedo;
por saturación mental;
por sentir celos
y no querer hacerlo;
de rabia;
de impotencia;
al despedirme de alguien
para irme a vivir lejos.

He llorado
porque no entendía nada
de lo que me pasaba;
porque se murió mi gato
y era mi mejor amigo;
por no poder ayudar
a gente que quiero;
por ver a animales sufriendo;
al conocer las historias
de personas migrantes
en una obra de teatro.

He llorado
por sentirme querida
cuando hacía mucho tiempo
que no lo sentía.

He llorado,
y lo cuento,
y sigo viva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario