domingo, 12 de agosto de 2018
La gente no soporta a las personas tranquilas
La gente no soporta a las personas tranquilas. Siempre te andan con eso de "vaya cara", "alegra esa cara" o cosas así, a lo que a veces a una dan ganas de contestar "si no te gusta mi cara te puedo enseñar mi puño". Pero, en verdad, pocas cosas pueden alterar a una persona tranquila hasta tal punto. De inmediato se da cuenta cuándo alguien es simplemente estúpido o cuándo actúa con maldad, y mediante un rápido cálculo cerebral valora que es mejor ignorar a los primeros. Todo depende también del estado de ánimo previo de la persona tranquila o los límites que haya pasado la persona tocanarices. Si una persona tranquila no tiene un buen día (mira, oye, a todes nos pasan cosas, y a veces es inevitable estar más irascible, por mucha tranquilidad que tengas) más vale que la dejes tranquila o seas amable con ella, porque tranquila no es sinónimo de tímida o cobarde, y a veces hay quien se aprovecha, pensando que es más vulnerable, o que con ella puede mostrar su poder ante los otros, humillándola o bromeando, o lo que sea, y entonces puede que la persona tranquila no tenga un buen día y decida sacar fuera toda su violencia (totalmente justificada, por otra parte) contra este tipo de estupideces. Eso la permitirá regresar a su tranquilidad imperturbable, y probablemente se divertirá un rato, así que en el fondo una estupidez imprudente puede alegrar el día a una persona tranquila.
Se puede creer que una persona tranquila es borde solo por el hecho de ser tranquila y pasar de tu culo porque está enfrascada en su tranquilidad. Puede que un día te sonría y otro no te salude porque prefiera que tú tomes la iniciativa, pero no te odia ni nada de eso, no eres tan importante para ella. Aun así, la gente a menudo es mala y la toma contra estas personas. Deciden que les cae mal esta persona tranquila, murmuran sobre ella con les compañeres, o la hablan con un tono cortante que a la persona tranquila le pilla por sorpresa ("Pero ¿qué le he hecho yo a esta?" Se preguntará). Solo porque piensan que no se han ganado su favor, que no admiran su existencia siempre con una sonrisa dispuesta para ellxs, o cosas por el estilo. Y mediante una serie de conductas y actitudes estúpidas como las mencionadas, efectivamente, en ocasiones consiguen cumplir su profecía, y llegan a ser odiadas por la persona tranquila, o al menos a caerles francamente mal.
De todas formas, ni siquiera el odio es capaz de impedir que una persona tranquila lo siga siendo...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario