Para sobrellevar esta realidad
necesito:
un tequila,ocho cuadernos en blanco o a rayas
porque los de cuadros me agobian,
un bolígrafo negro
y un rotulador para los títulos,
toneladas de chocolate,
a ser posible con almendra,
la risa contagiosa de mi madre,
medio ansiolítico,
dos o tres psicólogas,
memes de animales,
fresas con nata,
música y espacio pa’ bailar,
un kilo menos de vergüenza,
tres kilos más de autoestima,
innumerables abrazos,
como mínimo cien orgasmos,
halagos a mansalva,
tres o cuatro ratas,
tomates con sabor a tomate,
muchas gotas de lluvia
-pero cero tormentas-,
ochocientas carcajadas
con mi mejor amiga,
cuarenta y siete libros viejos
o con portadas bonitas…
y creo
que no me dejo nada.